Tal vez, en una tarde cualquiera alguien te susurre las palabras que no hay que oír, ¿las encadenarás en un sueño eterno? ¿o aceptarás el sufrimiento que implica intentar descifrarlas?
Jugar con fuego
Yo tengo cuatro claveles Uno por cada motivo: El encuentro, tu mirada, Mis secretos, nuestro olvido. Estoy jugando con fuego Y en la yema de los dedos Tengo el tacto de los días Tengo el tacto de las noches Tengo el tacto de los dos. Es inmoral, sentirse mal, Por haber querido tanto. Debería estar prohibido Haber vivido y no haber amado. Por eso, tirame un beso Que sigo preso, de nuestro encierro. Jugar con fuego, Si me quedé sin aliento Y no pude dar contigo Va a venir la noche negra Para quedarse conmigo. Porque jugando con fuego Puede ser que te lastime Puede ser que te lastime Pueda ser que sufra un poco y nos quememos los dos. Andrés Calamaro
Andrés Calamaro
SONETO
Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido Si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado Si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido Tengo por bien sufrido lo sufrido tengo por bien llorado lo llorado Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene cepultado
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